Cuenta atrás: algo mas de cinco lustros, tres trabajos, dos infidelidades, mucho tiempo perdido. Mucho tiempo ganado.
Unas cuantas historias de amor de mierda. Una historia de amistad de película, aunque ni yo era Meryl Streep ni él Robert Redford ni nuestras " memorias de África" pasarán a ser una historia romántica de cine. Un futuro ideal en mi cabeza, un futuro negro en la realidad. No lo digo yo, lo dice Rajoy y el FMI. No soy pesimista, soy realista y ambas cosas llevan el mismo tono lastimero. Ahora mismo lo único seguro que tengo, es un cachito de verano. Y ya no lo quiero.